En Catamarca, las estadísticas por sí solas dan cuenta de la violencia contra la mujer. Entre 2013 a 2024 en la provincia se registraron 26 crímenes contra mujeres. De estos casos, 13 fueron calificados como femicidios; 12 causas ya fueron resueltas y los femicidas cumplen condena a prisión perpetua, el máximo castigo. Solamente un caso continúa en trámite y está previsto que se realice un juicio por jurados. En la mayoría de los casos, los victimarios eran conocidos de sus víctimas. Eran sus exparejas, padres de sus hijos o parejas. En todos los casos, los acusados fueron declarados culpables. A la fecha, ningún imputado por femicidio en Catamarca fue absuelto o sobreseído. La figura de “femicidio” fue incorporada al Código Penal Argentino en diciembre de 2012. Catamarca, además, sentó el primer caso de femicidio del país.
María Eugenia
En enero de 2013, María Eugenia Rojas, una psicóloga de 31 años, fue asesinada por Damián “Bebe” Cano. En agosto de 2015, los jueces de la Cámara de Sentencia en lo Criminal de Tercera Nominación Patricia Olmi, Marcelo Soria y Jorge Palacios lo hallaron culpable por el delito de “homicidio doblemente calificado por femicidio y alevosía”. El fallo fue unificado con el del homicidio calificado por ensañamiento de la ex suegra de Cano, Susana Aguilar, acontecido en marzo de 2013.
Keyla Reinoso
En diciembre de 2013, Keyla Luján Reinoso fue ultrajada y asesinada por Manuel Hernández, en Tinogasta. En junio de 2015, la Cámara de Sentencia en lo Criminal de Segunda Nominación, integrada por los jueces Luis Guillamondegui, Jorge Álvarez Morales y Rodolfo Bustamante, halló culpable a Hernández en los delitos de «abuso sexual con acceso carnal” y «femicidio agravado por criminis causae”. Este caso también marcó un precedente por tratarse del primer caso en la provincia de “femicidio no íntimo”. Los femicidios no íntimos son aquellos crímenes en los que es posible identificar un componente de género pero han sido cometidos por varones que no tenían una relación íntima, de pareja, expareja, familiar, de convivencia o afines con las víctimas.
Cecilia Olima
En mayo de 2017, Cecilia Olima fue ultimada de 24 puñaladas por su ex pareja Miguel Ángel Rodríguez. Un año después, la Cámara de Sentencia en lo Criminal de Segunda Nominación lo declaró culpable por el delito de “homicidio doblemente agravado por relación preexistente y por haber mediado violencia de género”. En los fundamentos, los magistrados remarcaron que por parte del acusado hubo “menosprecio -con vestigios de raigambre sociocultural- ejercido con anterioridad al suceso criminal, cosificando a su expareja y relegándola a un plano de inferioridad por su condición de tal”.
“Cuni” Herrera
En octubre de 2017, Domingo Esteban Castaño asesinó a Julieta Celina “Cuni” Herrera, su pareja. La Cámara de Sentencia en lo Criminal de Primera Nominación lo encontró culpable por el delito de “homicidio doblemente calificado, por haber sido la víctima pareja conviviente y por haber sido perpetrado mediando violencia de género”.
“La celaba constantemente, a punto de hacerle escándalo porque se demoraba para regresar de cualquier trámite doméstico”, remarcó. La madre de “Cuni” expresó que su hija le había manifestado que quería dejar a Esteban porque “estaba cansada del acoso, debido a que era obsesivamente posesivo”. “La única razón por la que Castaño agredió a su mujer hasta darle muerte, sin importarle la presencia de sus hijos pequeños en el lugar y en la ocasión, reside en su carácter violento y en su formación cultural inclinada hacia un machismo exacerbado, en virtud del cual se sentía dueño de la vida de ‘Cuni’. Castaño agredía físicamente a su mujer; esta violencia ya la ejercía desde mucho tiempo antes. También la abusaba sexualmente. A raíz de celos infundados, la perseguía y acosaba y, entre otros actos abusivos de su poder patriarcal, la encerraba junto a sus hijos bajo llave durante las noches”, detalló en los fundamentos.
Celeste Silva
En noviembre de 2017, Jorge Luis Burgos incendió la precaria casilla donde su ex pareja Celeste Silva se encontraba con sus dos hijas y un bebé de un año –también hijo de Burgos-. Las niñas pudieron ser rescatadas por un vecino, pero Celeste y el niño no pudieron escapar. En octubre de 2019, la Cámara de Sentencia en lo Criminal de Tercera Nominación lo halló culpable por los delitos de “homicidio triplemente calificado por el vínculo, con alevosía y por femicidio”, “homicidio doblemente calificado por el vínculo y con alevosía” y “homicidio calificado por el vínculo y con alevosía en grado de tentativa”.
Este fallo fue incorporado en la segunda edición del “Compendio de Jurisprudencia con perspectiva de género”, publicada en septiembre de 2022, por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. “El ‘ciclo de violencia’ que vivió la víctima, donde el acusado ejerció todo el poder en relación con la víctima mujer a la que intimidó y trató con violencia en virtud de la relación que se hallaba y la eclosión aguda del agresor, con una personalidad agresiva, tuvo como resultado final: la muerte violenta de su expareja y el niño. Fue Burgos quien en definitiva cometió los ataques contra la integridad física de las víctimas”, se remarcó.
Georgina Avellaneda
El 29 de marzo de 2019, Diego Oscar Herrera asesinó de manera violenta a su ex pareja Georgina Avellaneda. La casa de ella, en La Tercena, Fray Mamerto Esquiú, fue la escena del crimen. «Si no vas a ser mía, no vas a ser de nadie más», le dijo; luego la asfixió con una toalla y la golpeó en el rostro cuando ya estaba en el suelo. Tras asesinarla, permaneció prófugo durante más de 36 horas. El pasado 4 de marzo –poco antes de cumplirse el primer aniversario de la tragedia-, Diego Herrera se sentó en el banquillo de los acusados de la Cámara Penal de Tercera Nominación para responder por el delito de “homicidio doblemente agravado por haber mediado relación de pareja y violencia de género en calidad de autor”.
Brenda Micaela Gordillo
Naim Vera fue declarado culpable por la Cámara de Sentencia en lo Criminal de Primera Nominación en mayo de 2021 por el delito de “homicidio doblemente calificado por mediar una relación de pareja y por femicidio”. En marzo de 2020 había asesinado a Brenda Micaela Gordillo. “Decidió ponerle fin a la vida de la joven porque ella le había dicho que estaba embarazada y no accedió al pedido de él de abortar, lo que le impediría continuar con su proyecto de vida, que en lo inmediato consistía en comenzar sus estudios universitarios en la vecina provincia de Córdoba. Dicho de otra manera, la mató por ser una mujer que supuestamente estaba embarazada y le estorbaba en su proyecto de vida”, se destacó.
Débora Jesús Barros
El femicidio de Débora Jesús Barros, ocurrido en abril de 2021, sentó otro precedente. Javier Salcedo fue el primer acusado en ser sometido a juicio por jurados en Catamarca. Un jurado integrado por 12 vecinos de la Capital lo declaró culpable en octubre de 2022.
Eugenia Olivera
En septiembre de 2021, los restos de Eugenia Olivera aparecieron en el paraje de Agua Salada, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Andalgalá, al margen de la ruta provincial 46, camino a Belén. El hallazgo se produjo a unos 100 metros de la ruta, ‘campo adentro’. De acuerdo con las primeras investigaciones, se estableció que el crimen había sido cometido a mediados de julio de ese año. La investigación por el caso se abrió tras un pedido de ayuda de una amiga de Eugenia, quien hizo la publicación en su cuenta de Facebook. El posteo se realizó el 6 de septiembre. «Ella es una amiga de la infancia de Tucumán. María Eugenia Olivera vive en Catamarca, Andalgalá. Supuestamente dicen que viajó a Tucumán para visitar amigas; otros que vino a buscar empleo pero su última conexión de Whatsapp fue el 16 de julio. Nunca más escribió. Desde julio no se sabe nada de ella. Aquellas personas o amigos cercanos que la hayan visto o estado con ella por favor comunicarse conmigo por MP. Tiene 3 hijos y jamás los dejaría solitos. Gracias», había escrito.
En agosto de 2023, en un juicio abreviado, Eliseo Guerrero, su ex pareja y padre de sus hijos, asumió su responsabilidad y aceptó que incineró un cuerpo. Fue declarado culpable por el delito de “homicidio doblemente calificado por haberse cometido en contra de una persona con la cual mantiene una relación de pareja en grado de autor y en concurso ideal en contexto de violencia de género”.
Anyelén Gallo Arias
En agosto de 2023, Leonardo Olás confesó haber matado a su ex pareja y madre de sus niñas, Anyelén Gallo Arias. En octubre de 2022 sucedió el crimen y fue imputado por “violación de domicilio” y “homicidio doblemente calificado por haber mediado una relación de pareja y violencia de género en concurso ideal”. Los fiscales, durante el alegato de cierre, hicieron hincapié sobre «celos» y «control constante» por parte de Olás hacia Anyelén.
Cinthia Aranda
El policía Diego Ortega, también en juicio abreviado, en septiembre de 2023 confesó haber asesinado a su ex pareja Cinthia Aranda e intentado matar a la hija de ella. Los hechos sucedieron en febrero de 2022 en Saujil, Pomán. Respondió por los delitos de “homicidio en grado de tentativa doblemente agravado por el vínculo y el uso de arma de fuego en grado de autor en relación a la víctima” y “homicidio triplemente agravado por el uso de arma de fuego en grado de autor por haber mediado una relación de pareja en relación a la víctima todo en contexto de violencia de género en concurso real”.
“A cada minuto de cada semana nos roban amigas, nos matan hermanas, destrozan sus cuerpos, las desaparecen… No olviden sus nombres, por favor, señor presidente”, dice una de las estrofas de una canción que se convirtió en un himno en la lucha contra la violencia hacia las mujeres.n