Transparencia para el reordenamiento

Durante el fin de semana, el Gobierno sorprendió con el anuncio de que trabaja en la reorganización del sistema educativo provincial a partir de la disminución en la matrícula, como consecuencia de los cambios demográficos registrados en los últimos años en nuestra provincia por la baja de la natalidad que ya es una realidad mundial de vieja data. Está claro que se trata de otro intento del Gobierno por avanzar con la reforma del Estado, un proceso que exige transparencia para que el “reordenamiento” permita adecuar las aulas a la realidad, corregir irregularidades y evitar que la medida sea un ajuste en un escenario económico en el que no sobran fuentes laborales.

Es por eso que llamó la atención que en la mesa para planificar la reestructuración no estuvieron los gremios que representan a los docentes cuando faltan pocos días para el reinicio de la actividad escolar. Según la información oficial, se tuvo en cuenta la información brindada por el Ministerio de Educación que explicita que en los últimos años la matrícula escolar en la provincia se redujo en casi 9.000 alumnos, lo que puso en evidencia la necesidad de reorganizar el sistema educativo a esta nueva realidad demográfica.

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Un informe oficial de la Dirección Nacional de Población, de octubre de 2023, señala que en Argentina hubo una disminución en la cantidad de nacimientos en las últimas cuatro décadas, lo que implica que es una tendencia que ya venía ocurriendo y no es una situación reciente. La Tasa Global de Fecundidad (TGF), que mide la cantidad de hijos que en promedio tiene cada mujer, se ha reducido en un 54,5% entre 1980 y 2021, lo que se traduce en una disminución de la TGF de 3,3 a 1,5 en 2021.

En este sentido, el descenso en la tasa de natalidad, por múltiples factores que explican la decisión de la mujer de retrasar la maternidad o tener menos hijos no es nuevo, aunque el discurso político insista en marcar la sorpresa. De todos modos, en los últimos años el Gobierno siguió con la creación de jardines de infantes y escuelas que en menos de una década ya no tendrían la matrícula necesaria para sostenerlas. Paralelamente, continuó con la tradición de crear carreras de formación docente con escasa planificación del mercado laboral.

Este anuncio oficial genera cierta preocupación si se tiene en cuenta que no hubo una explicación argumentada para la disminución de cargos docentes en el presupuesto de este año. Cuando el oficialismo trató el proyecto en la Cámara de Diputados produjo un recorte de casi 53 mil horas cátedra en relación con la iniciativa que había elevado el Ejecutivo. Luego se aprobó en la Cámara de Senadores y solo se dijo que se trataba de “reacomodamientos”.

También es cierto que el sistema educativo tiene que corregir improlijidades que son históricas. Por ello, es necesario que el proceso se realice con transparencia y comunicando cuáles serán las estrategias para el reordenamiento del sistema educativo, que hasta ahora el Gobierno no ha informado.