lunes, 27 enero, 2025

Hiperfragmentación

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El lanzamiento del Partido Libertario plantea con claridad el desafío que enfrentan las tropas de Javier Milei no solo en Catamarca, sino en todo el país.

La perspectiva predominante parte del presupuesto de que la inercia de la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires arrastrará al resto de las provincias y tiende a extender la lógica metropolitana a la totalidad del mapa nacional, conforme a la cual la clave principal de la elección de este año es la relación entre Milei y el PRO del ex presidente Mauricio Macri. Este esquema de análisis asigna una importancia menor al hecho de que las elecciones para la renovación del Congreso de este año son nacionales solo de nombre.

En realidad, se trata de elecciones provinciales, pues no hay fórmula presidencial que galvanice toda la oferta, como ocurre en las Presidenciales.

Lo que pasará es que en la mayoría de las provincias, por no decir en todas, se plantarán listas libertarias que enfrentarán las de los gobiernos provinciales, en un contexto en el cual los gobernadores, independientemente de su cercanía con la Casa Rosada, estarán más interesados que nunca en retener gravitación legislativa.

Obviamente hay que esperar el desarrollo de los acontecimientos. Quizás alumbren hasta mediados de años alianzas entre oficialismos provinciales y formaciones libertarias, pero en cualquier caso lo que hasta ahora se observa es que la facción de Milei carece de una estructura homogénea de orden federal y que tal carencia le viene muy bien a los poderes locales, que estimulan la pechadera entre las agrupaciones libertarias por acceder a las candidaturas, más intensa por las perspectivas de que la ola siga creciendo.

Este inconveniente se refleja con claridad en Catamarca.

El Partido Libertario, que obtuvo ya la legitimación judicial para competir, está orientado por el ex candidato a gobernador José Jalil Colomé y otros excandidatos.

Es el tercer sector que oficializa su intención de competir por el voto libertario catamarqueño, en una pelea que tiene como premio mayor una banca de diputado nacional, más allá de los legisladores provinciales que pueda meter.

La singularidad del Partido Libertario es que no tiene hasta ahora, como los otros dos, referencia nacional.

La titular de la ANSES Regional Miryam Juárez administra La Libertad Avanza, reconocida por la hermanísima Karina Milei y el neomenemismo.

Encuentro Libertario, encabezado por el diputado provincial y titular del MID local Fernando Baigorrí, se mueve bajo el paraguas de la vicepresidenta Victoria Villarruel.

Jalil Colomé estaba en Encuentro Libertario, pero se abrió cuando Baigorrí acordó con el empresario Javier Galán y ahora acaudilla una opción autónoma.

En principio, el “kari-menemismo” es el que cuenta con más herramientas para proyectarse, con el control de organismos como ANSES, el PAMI y la delegación local del Ministerio de Desarrollo Social, además de un bloque de cuatro diputados que a través de su presidente, Adrián Brizuela, se pliega incondicionalmente a cuanta línea conceptual baja desde Nación. Basta ver el fervor que Brizuela empeña en la pelea contra las políticas de género y el feminismo, que alcanza niveles de obsesión y seguirá escalando en el proceso que Milei abrió con el estrafalario discurso que ofreció en Davos.

Conviene evaluar, sin embargo, el efecto que estos entusiasmos desbocados podrían tener en la escena catamarqueña.

La gran incógnita es si las tribus libertarias lograrán acordar mecanismos para concurrir unidas a los comicios y qué alianzas podrán establecer.

Al mismo tiempo que se largó el Partido Libertario, hizo acto de presencia “Hacemos”, referenciado en el ex gobernador de Córdoba Juan Schiaretti, mientras los radicales dirimen sus cuitas, el peronista disidente Hugo Ávila balconea y el PRO navega en la intrascendencia.

Una oposición ultrafragmentada ante un oficialismo unido y sólido que ve en la división de sus antagonistas la oportunidad para barrer con todo.

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