sábado, 25 de enero de 2025 01:04
Lo intentó Novak Djokovic y no pudo. Una lesión le impidió ir más allá. El hombre que ganó 10 veces el Australian Open se quedó con las ganas de llegar a la final, tan cerca y tan lejos de la undécima corona en el Melbourne Park.
Alexander Zverev obtuvo el pasaje a la definición, después de adueñarse del primer set por 7-6 (7-5), y presenciar el retiro del serbio, a sabiendas de que el ex número 1 no podía jugar lesionado, después de una hora y 21 minutos de juego.
Sabor a poco para los miles de espectadores en el Rod Laver Arena. Mientras Djokovic tomaba su bolso y alzaba sus brazos, se escucharon injustos abucheos.
Sigue el balcánico envuelto en una singular relación con Australia, entre las tantas jornadas de gloria, aquella humillante deportación de hace tres años y otros cortocircuitos, en una suerte de romance con chispazos. “Te amo, te odio, dame más”, como dicen los versos de un clásico del rock.
No merecía esa despedida Nole. Quién sabe cuántas veces más pisará ese court central que lo tiene como máximo vencedor en la historia.