jueves, 16 de enero de 2025 19:00
Eugenia Tobal vuelve a ser tema de conversación tras una reciente entrevista en la que fue consultada sobre La China Suárez en medio del escándalo mediático entre Mauro Icardi y Wanda Nara. La reacción de la actriz no pasó desapercibida y reflejó el incómodo lugar al que fue llevada por el periodista.
El recordado episodio de 2012, cuando Eugenia Tobal y Nicolás Cabré terminaron su relación tras la aparición de La China Suárez, dejó una marca imborrable. En aquel entonces, Eugenia la acusó de ser responsable de romper familias, lo que imposibilitó cualquier reconciliación entre ambas.
Durante una nota para Puro Show (El Trece), Alejandro Castelo abordó la temática de forma directa. “¿Te sorprenden las cosas que pasan en Argentina en la farándula?”, preguntó, buscando conectar los hechos actuales con el pasado de la actriz. Tobal intentó esquivar la pregunta mencionando su participación en una entrevista sobre su podcast «Desde otro lugar».
Sin embargo, Castelo insistó: “¿Te removió algo lo que está pasando?”. Ante la presión, Eugenia Tobal no ocultó su incomodidad y respondió con un tono que delataba su fastidio: “¿De verdad me estás hablando?”. Pese a la tensión, dejó en claro que no estaba dispuesta a hablar sobre temas ajenos a su vida profesional.
Con firmeza, Tobal cerró la conversación sobre el asunto: “No voy a hablar de absolutamente nada que no tenga que ver con mi trabajo. Les mando un beso enorme, pero yo no tengo nada que decir”. Su postura evidenció que las heridas del pasado siguen siendo un tema delicado.
Tras el intercambio, el panel del programa comentó la actitud de la actriz. Matías Vázquez valoró su respuesta, señalando que era comprensible dada la historia que vivió: “Ella quedó dolorida porque sintió un puñal en el pecho cuando su relación con Nicolás Cabré llegó a su fin”. La empatía se hizo presente en el análisis.
Por su parte, Pampito destacó el respeto mutuo entre la entrevistada y el cronista, aunque reconoció la evidente incomodidad de Eugenia Tobal. “Respondó con altura y entendió que era parte del trabajo del periodista”, comentó.
El episodio refleja cómo los fantasmas del pasado siguen apareciendo en la vida de las figuras públicas, aunque Eugenia Tobal demostró que, con firmeza y respeto, es posible poner límites claros. Su prioridad hoy es su trabajo y su bienestar personal, dejando atrás los conflictos mediáticos.