jueves, 16 enero, 2025

«Anora»: el lado B de «Mujer bonita», con fuertes chances de Oscar

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Dirigida por Sean Baker y con Mikey Madison, esta nueva versión de una cenicienta moderna tiene dinamismo, réplicas ágiles, lujos y es provocativa. En su contra juega una duración excesiva e innecesaria.

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Mikey Madison en una escena de «Anora», la premiada película de Sean Baker.

Comedia loca de trasfondo dramático y rebordes tristes, con una duración excesiva, contraproducente, “Anora” fue la consagración en Cannes de Sean Baker, director independiente que, la verdad, tiene películas mejores, como “El proyecto Florida”, que acá solo se vio fugazmente en cable.

Quizás “Anora”, que entró fuerte en la carrera al Oscar, tenga más gancho, por su parte divertida estilo comedia americana de los años ’30 (dinamismo, réplicas ágiles y agudas, lujos, disparate y provocación) y también por su protagonista Mikey (sin c) Madison, ya bien apreciada en la película de Quentin Tarantino “Érase una vez en Hollywood”, donde encarnaba a Susan Atkins, y en otras menos difundida.

Madison tanto puede ser un bomboncito tentador como una mujer dispuesta a la pelea, o una chica ilusionada que por ahí se despabila, sufre y reacciona, y en “Anora” desarrolla todo su catálogo, con alto puntaje en cada faceta y buen encanto para meterse al público en el bolsillo, salvo que en algunas escenas no tiene ninguna ropa con bolsillo a su alcance, lo cual contribuye a su encanto.

La trama es simple: una mujercita de la noche tiene onda con un cliente adinerado, y vive el sueño de “Pretty Woman”, y hasta comete casamiento apresurado, pero de pronto descubre que el otro no es precisamente Richard Gere sino solo un gandul malcriado y cobarde, hijo de un traficante ruso que manda tres mastines para volver la oveja al redil, y la mala pécora a la calle del pecado donde pertenece.

De paso, nosotros descubrimos que el ruso es menos terrible que su esposa, una verdadera víbora instigadora y a veces ejecutora de todos los males, y que al menos uno de los tres mastines es un tierno, dentro de lo posible, por supuesto.

Como se advierte, hay varias diferencias con “Pretty Woman”, y con la ópera “La Traviata”, que según parece fue el modelo inicial de lo que ahora vemos. Y hay varios parecidos con anteriores películas de Sean Baker, siempre atento a la vida cotidiana de las chicas de mala vida, las luces de neón cuando se apagan, los oropeles que se van echando a perder, el sueño americano siempre fallido o inconcluso, y lo bueno que hay inclusive en la gente mala (salvo la rusa de este cuento). Se disfruta, pero con 30 minutos menos habría sido mucho mejor.

“Anora” (EEUU, 2024); Dir.: Sean Baker; Int.: Mikey Madison, Mark Eydelshteyn, Yura Borisov, Karren Karagulian.

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