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Por la decisión de Milei de parar la obra pública
El Gobierno nacional suspendió la obra pública en todo el país y las consecuencias tras 12 meses sin mantenimiento de las rutas nacionales generan preocupación en los especialistas.
A poco más de un año de la suspensión de la obra pública en todo el país, las rutas nacionales comienzan a sufrir las consecuencias de la falta de inversión y los expertos alertan por el riesgo para la seguridad de los usuarios, y advirtieron que podría haber un crecimiento de los siniestros viales, en especial con la alta circulación en la temporada de verano. El secretario gremial del Sindicato de Vialidad Nacional, Fabián Catanzaro, denunció que más de la mitad de las rutas del país están en mal estado, generando un riesgo inminente para los millones de argentinos que transitan estos caminos a lo largo y ancho del país.
El sindicalista afirmó que esto se debe, principalmente, a la decisión de la gestión de Milei de paralizar todas las obras de mantenimiento y de nuevos caminos para lograr el tan codiciado déficit cero. “La preocupación es la que tenemos como ciudadanos y habitantes de este país. Tenemos un 60 por ciento de las rutas en mal estado. Una red de 40 mil kilómetros y poco más de 20 mil están en mal estado”, afirmó.
Con tono crítico, explicó: “Eso no podemos decir que ocurre solo en un año. Pero sí aumenta exponencialmente a partir de no intervenir en ninguna de las rutas. Y también tratar de diferencias”. En este punto, dijo que con el freno de la obra pública no solo se paró la construcción de nuevos caminos, sino el mantenimiento de los existentes, algo que derivó en un rápido deterioro de la calzada.
“Entonces, es un estado preocupante, no solo por el mal estado, sino porque hemos tenido un presupuesto que vino replicado del 2023 subejetuado en un 40 por ciento”, advirtió Catanzaro.
Y añadió: “Hubo intención de liberar esto. Hay déficit cero, pero, ¿a costa de qué? Las partidas de las obras no habrá llegado a los 200 mil millones de pesos, que no es nada. Solo se pagó algún que otro certificado de empresas”.
“Pero hoy el parate es total, absoluto. El Estado nacional decidió abandonar las rutas y se ocupó de tratar de sacar las concesiones. Eso va de la mano del proyecto de no invertir y de volver a concesionar las rutas, algo que fue un fracaso durante 30 años. Hoy está en juego la vida de la gente que transita las rutas”, finalizó.