A pesar de la leve aceleración mensual, en comparación con noviembre, cuando la inflación fue del 2,4%, el 2024 cerró con una mejora significativa frente al 211,4% registrado en 2023, marcando una caída considerable en la tasa de inflación. La cifra alcanzada en diciembre es un claro descenso respecto al punto máximo del año, cuando la inflación mensual tocó el 25,5% debido al salto cambiario a principios de la gestión del gobierno de Javier Milei.
Entre las divisiones que más influyeron en el aumento del IPC en diciembre se encuentran Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, que subieron un 5,3%, y Comunicación, con un aumento del 5%.
Este último reflejó subas en los servicios de telefonía e Internet. En términos de alimentos, los productos que experimentaron los mayores aumentos fueron carnes, pan, cereales, leche, lácteos y huevos, con un aumento promedio del 2,2%.
Para 2025, el mercado espera que la política económica continúe en un contexto de estabilidad gradual, con un ritmo mensual de ajuste del dólar oficial de alrededor del 1% en febrero, según lo informado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Sin embargo, la preocupación persiste sobre el impacto de los precios de los alimentos y el costo de vida, que continúa siendo un desafío para las familias argentinas, quienes deben ganar más de un millón de pesos mensuales para evitar la pobreza.