sábado, 11 de enero de 2025 13:30
«El caso más impresionante en la historia reciente es Argentina, donde los efectos han sido profundos, con la implantación de un sólido programa de estabilización y crecimiento», subrayó Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), en declaraciones realizadas en Washington ante la prensa este viernes.
Asimismo, el organismo informó sobre el análisis que su Directorio Ejecutivo (Board) realizó sobre la evaluación ex post del préstamo excepcional otorgado a la Argentina en el marco del acuerdo extendido de 2022 – Servicio Ampliado del Fondo (SAF)-, que terminó a fines de 2024. Ahora, el gobierno argentino está negociando un nuevo acuerdo.
En el comunicado, el FMI reconoce que no se alcanzaron los objetivos del programa, pero afirma que “logró aliviar la carga de obligaciones financieras de Argentina con el Fondo”, en “circunstancias extremadamente difíciles”. A su vez, las autoridades argentinas dieron también su opinión, de donde surgen diferencias. Para el Gobierno “el programa estaba mal diseñado, tenía inconsistencias flagrantes”.
Los procedimientos del Fondo requieren que en todos los casos de financiación excepcional, el préstamo original fue de casi 55.000 millones de dólares, muy por encima de la cuota del país, se evalúe si la estrategia macroeconómica, el diseño del programa y la financiación fueron adecuados y acordes con las políticas del organismo.
Asimismo, el FMI reconoce que “en general, el SAF 2022 (es decir, el programa que determinó el préstamo) no logró sus objetivos macroeconómicos originales, pero logró aliviar la carga de las obligaciones financieras de Argentina con el Fondo al reprogramar los reembolsos durante el período 2026-34, y puede haber ayudado a Argentina a evitar resultados aún peores en 2022-23”.
En este sentido señala que el programa se desarrolló “en circunstancias extremadamente difíciles” y recuerda la experiencia del COVID. Analistas consideran que resulta razonable estas defensas, dada la responsabilidad del organismo en la implementación de las políticas.
El comunicado del Fondo también sostiene que los directores “aplaudieron la corrección de rumbo y el cambio significativo en la titularidad y hacia la estabilización macroeconómica logrados desde diciembre de 2023”.
Desde la administración libertaria, aseguraron que coincide “mayormente” con la evaluación del FMI sobre las causas detrás del fracaso del programa 2022. sin embargo señalan que “el programa estaba mal diseñado, tenía inconsistencias flagrantes con los objetivos perseguidos y carecía de apropiación por parte del gobierno. La debilidad central del programa fue su limitada ambición en cuanto a la consolidación fiscal y la continuidad del ilimitado financiamiento monetario”.
Y agrega “Los defectos del programa se vieron exacerbados por la falta de compromiso de las autoridades con su implementación y la prosecución de políticas que estaban ampliamente en contradicción con el acuerdo, cuando shocks negativos golpearon la economía”. Detalla que en ese momento “Argentina se enfrentó a una inminente crisis de la balanza de pagos. El déficit fiscal era mayor que cuando comenzó el programa. También lo era el déficit cuasi-fiscal del Banco Central. La inflación fue significativamente más alta que al inicio del programa y mucho más alta de lo que el programa imaginó. Las reservas internacionales netas fueron negativas. En todos sus elementos cuantitativos y cualitativos, el programa fracasó”.
También puntualiza que “el programa económico implementado desde diciembre de 2023, fue totalmente diseñado y ejecutado por las nuevas autoridades (argentinas) sin ningún apoyo financiero adicional ni asistencia técnica del FMI”.