En su discurso posterior a la asunción presidencial, Nicolás Maduro arremetió contra Javier Milei con duras palabras. El autoproclamado presidente de Venezuela calificó al mandatario argentino como «un nazi, sionista y sádico social«, y lo señaló como «líder de la extrema derecha». En un tono desafiante, apuntó contra las críticas internacionales hacia su gobierno y aseguró: «A Venezuela no le impone un presidente nadie en este mundo».
Estas declaraciones, que marcan un nuevo capítulo en las tensiones entre los gobiernos de Venezuela y Argentina, refuerzan la postura crítica de Maduro hacia los líderes no alineados con el gobierno chavista. Además, ponen de manifiesto el creciente aislamiento del Gobierno venezolano y la creciente polarización ideológica en América Latina.
Maduro también recordó los intentos fallidos de imponer a Juan Guaidó como presidente interino y sostuvo: «Cuando trataron de imponerlo (NdR: a Juan Guaidó), muy ladrón, muy corrupto, muy bandido, muy farsante, y creyeron que viniéndose todos encima de Venezuela, el pueblo de Venezuela se iba a acobardar». En la misma línea, señaló: «La extrema derecha encabezada por un nazi sionista, un sádico social llamado Javier Milei, junto al imperio norteamericano, cree que le puede imponer a Venezuela un presidente».
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Maduro aprovechó su intervención para reforzar su posición ante las críticas internacionales: “No entendieron. Hoy no entienden. Siguen subestimando la capacidad de resistencia y dignidad del pueblo venezolano”. Estas declaraciones no solo muestran su postura desafiante frente a los líderes regionales críticos de su gobierno, sino que también reafirman su narrativa de lucha contra lo que considera un «imperialismo extranjero».
Tensiones entre los gobiernos de Argentina y Venezuela
Las relaciones diplomáticas entre Argentina y Venezuela se deterioraron significativamente en los últimos meses. La situación se agravó cuando el gobierno de Javier Milei desconoció los resultados de las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio de 2024, en las que Maduro se declaró a sí mismo vencedor. En respuesta, el madurismo expulsó al personal diplomático argentino de Caracas, y la embajada quedó bajo custodia de Brasil.
Además, el gobierno argentino denunció ante la Corte Penal Internacional la detención y desaparición forzada del suboficial de la Gendarmería Nacional, Nahuel Gallo, en Venezuela. Gallo fue detenido el 8 de diciembre de 2024 por el régimen de Maduro, acusado de terrorismo. El mismo Maduro aseguró en una conferencia de prensa que el objetivo de Gallo era “asesinar a su vicepresidenta, Delcy Rodríguez».
La Cancillería argentina calificó este acto como una grave violación a los derechos humanos y exigió la liberación inmediata y sin condicionamientos del gendarme.