Para La Libertad Avanza, el panorama es auspicioso. En cambio, el PJ y lo que supo ser Juntos por el Cambio arriesgan una proporción importante de sus lugares. Hay preocupación en la avenida del medio.
En medio de las fuertes tensiones entre el PRO y La Libertad Avanza –que esta semana tuvieron un nuevo capítulo con la AFIP durante el gobierno de Mauricio Macri como protagonista– se puso en marcha el año electoral. Este 2025, la Cámara de Diputados renovará 127 bancas mientras que el Senado, 24. Para La Libertad Avanza (LLA), el panorama es auspicioso en las elecciones 2025: su destino no parecería ser otro que fortalecerse en el Congreso, luego de atravesar dos años en franca minoría.
En cambio, el PJ y lo que supo ser Juntos por el Cambio –alianza que voló por los aires apenas se puso en marcha el gobierno de Javier Milei– arriesgan una proporción importante de sus lugares en el Poder Legislativo. Ante la que parece que será una elección de mitades y no de tercios, como ocurrió en 2023, algunos sectores del “medio” podrían quedar reducidos a la mínima expresión. De allí las aspiraciones de sumarse a las filas libertarias, donde todavía no afloran candidatos potentes en buena parte de los distritos.
Diputados: cuántas bancas arriesga cada bloque
Unión por la Patria es el bloque de Diputados que más bancas pone en juego en las elecciones de este año. De las 98 que tiene, renueva 46. Casi la mitad. Aun en el peor de los escenarios, el PJ mantendrá un lugar preponderante en un escenario político cada vez más fragmentado.
Pero además, hay otros espacios que arriesgan proporciones más elevadas que el espacio que conduce Germán Martínez. Entre ellos, el bloque del PRO que lidera Cristian Ritondo. Es que 22 de los 37 diputados amarillos culminan este año su mandato. Algo similar le sucede a la bancada de la UCR de Rodrigo de Loredo: renueva 14 de las 20 bancas.
Ni hablar de los radicales “díscolos”, que se escindieron del bloque del cordobés para conformar Democracia para Siempre, con Pablo Juliano como presidente. Este espacio arriesga 9 de sus 12 bancas. De registrar una mala elección, el espacio que se referencia en Facundo Manes y Martín Lousteau podría quedar diezmado. En tanto, la tercera pata de lo que supo ser Juntos por el Cambio también se encuentra complicada: la Coalición Cívica. Es que 4 de sus 6 legisladores culminan su mandato este año.
Por otra parte, otro bloque que tuvo gran protagonismo este año fue Encuentro Federal, conducido por el rionegrino Miguel Ángel Pichetto. Allí, conviven desde el socialismo y Margarita Stolbizer hasta Ricardo López Murphy, Emilio Monzó, Nicolás Massot y el schiarettismo. En su caso, arriesgan exactamente la mitad de sus bancas: 8 de 16.
En tiempos libertarios, quienes también arriesgan, y mucho, son los diputados de la izquierda. A 4 de sus 5 legisladores les vence el mandato este año.
Panorama totalmente inverso le aguarda a La Libertad Avanza, que renueva apenas 8 de las 39 bancas que tienen. Entre ellas, las dos que obtuvieron, hace cuatro años, Javier Milei, Victoria Villarruel, José Luis Espert y Carolina Píparo en CABA y provincia de Buenos Aires, respectivamente. Otro dato alentador para LLA es que el MID, un desprendimiento de la bancada oficialista que conduce Oscar Zago, no arriesga ninguno de sus tres lugares.
Cuesta imaginar que los libertarios –al menos al día de hoy— no salgan fortalecidos en la Cámara que conduce Martín Menem. En el oficialismo apuestan a superar las 80 bancas propias. «71 en el peor de los casos y 87 en el mejor», arriesgan.
Es decir, aun haciendo una buena elección, en el oficialismo quedarían muy lejos del quórum de 129. Es por eso que, en los próximos dos años, deberán tejer acuerdos con otros bloques para que sus iniciativa en la Cámara de Diputados lleguen a buen puerto.
Senado: todo ganancia
En el Senado el panorama es aún más auspicioso para el gobierno de Javier Milei. Es cierto que en su primer año los libertarios tuvieron una baja, la de Francisco Paoltroni. Lo expulsaron del espacio que conduce Ezequiel Atauche luego de que criticara al asesor presidencial Santiago Caputo.
Dicho esto, de los 6 senadores que hoy integran el bloque libertario, ninguno renueva. A todos ellos les quedan cuatro años por delante. Es por ello que, estas elecciones, para la Cámara que preside Victoria Villarruel será pura ganancia para el oficialismo. De salir primeros en una provincia, los libertarios sumarían dos bancas. De salir segundos, una por la minoría. Ni hablar si tejen acuerdos provinciales y se quedan con la tríada.
De las 24 bancas que se renuevan en la Cámara alta, una vez más, UxP lidera el espacio que más lugares arriesga: 14 de ellas. A esto hay que sumarle una más, cuando finalmente asuma Stefanía Cora en reemplazo de Edgardo Kueider, tras ser expulsado en la última sesión que se celebró en el Senado, luego de ser detenido en Paraguay por llevar más de US$ 200.000 sin declarar. Es que el mandato del entrerriano vencía este 2025.
En tanto, la UCR arriesga 4 de sus 13 bancas, y el Frente PRO, 2 de las 7. Las 4 restantes están en manos de bloques provinciales.
Ante unas elecciones que, al menos por ahora, se vislumbran polarizadas, con los libertarios y el kirchnerismo como protagonistas, y no de “tercios”, como en 2023, el panorama es poco alentador para los ex Juntos por el Cambio. Esto explica que un sector del PRO y la UCR busquen “subirse” a sus listas. De lo contrario, podrían quedarse sin lugar en el Congreso.
Para ver qué alianzas teje (si es que teje) el oficialismo con esos sectores, falta. Y mucho. Pero sobre todo, resta saber qué ocurrirá con las primarias.
¿Con o sin PASO?
El Gobierno no pierde las esperanzas de eliminar las PASO para estas elecciones. Pero, para eso, antes deberá recibir la venia del Congreso. Casa Rosada apuesta a reunir los votos e impulsar el tema lo antes posible. Dejan trascender que apuntan a febrero o marzo.
La supresión o no de la herramienta impulsada por Néstor Kirchner tras la derrota frente a Francisco De Narváez es decisiva por varias cuestiones. Pero, sobre todo, porque de las primarias dependerá las alianzas que se consoliden de cara a los comicios.
Para graficarlo: si avanzara la propuesta del Gobierno, el PJ podría sufrir fugas por parte de los sectores que no se quieran ver sometidos (y perjudicados) por la lapicera de la presidenta del partido, Cristina Kirchner. Un peronismo dividido, podría jugarle a favor al oficialismo. En cambio, de mantenerse en pie las PASO, el PJ podría llegar fortalecido a las generales.
Eso podría replicarse en el resto de los espacios que decidan pararse en la vereda de enfrente del gobierno de La Libertad Avanza.