martes, 7 de enero de 2025 10:00
En Mendoza hay fiestas swinger con 150 parejas, contó Santos, que se dedica a organizarlas. Fue durante una entrevista con el programa Hora Libre -de Radio Nihuil- y reflejado en Diario Uno, donde salió a la luz un aspecto poco conocido del modo en que se socializa en la provincia.
Santos prefiere no difundir su apellido ni el de su compañera para mantener la reserva. «Ya hace 20 años que estamos en el ambiente -recordó-; y hoy tenemos en los eventos un promedio de 70 u 80 parejas».
Una sociedad conservadora pero con swingers
Mendoza tiene fama de ser una sociedad conservadora y hasta por momentos pacata. No obstante, la imagen que reflejó Santos en sus descripciones es bien diferente.
Contó que se inició junto a su pareja cuando no existían las redes sociales. «Había una revista en un kiosco en la calle Lavalle donde figuraban contactos, y de ahí uno sacaba los números», rememoró.
«Así fuimos vinculándonos con otras parejas y se nos ocurrió organizar una reunión para conocernos todos en un mismo lugar -siguió Santos-. La primera juntada lo hicimos en la calle San Juan, en un departamento que era dos por dos. Y nos sorprendió porque solamente a través de mensajes de texto cayeron 17 parejas cuando esperábamos que fueran sólo dos o tres».
Si nos organizamos bailamos todos
Ahora en algunas noches las parejas llegan a ser 150. Trescientas personas recreándose. Cuando los encuentros se hacen en días de calor, las juntadas se hacen en una casa quinta con pileta.
Santos comentó: «Si vos googleás ‘fiesta swinger’, te asustan las imágenes de lo que te venden en Internet. Pero en realidad no es necesariamente así. La gente va a bailar, a divertirse, saca contactos para coordinar una salida después de la fiesta o en otro momento».
«Es como un boliche normal -sumó-, con la diferencia que hay un poquito más de respeto y libertad. Y hay lugares habilitados para seguirla ahí mismo».
El referente remarcó que el respeto es la condición de posibilidad de la cultura swinger. «Vos podés llegar en bombacha y corpiño y nadie te va a manosear, porque el primer código irrompible es respetar el no de la mujer».
¿De qué edades son quienes asisten a estas fiestas en Mendoza? «Por supuesto que hablamos de mayores de edad, y suelen arrancar a los 22 o 25 años, sin límites para arriba».
Otro de los aspectos interesantes es cómo llevan los swingers sus gustos en relación con la vida cotidiana, los planteos familiares, etcétera.
«Nosotros tenemos tres hijos. Nunca les dijimos que tenemos este estilo de vida. Los dos más grandes supongo que ya lo saben. Y jamás nos han cuestionado nada. Nos queda el más chico, al que siempre intentamos proteger de los comentarios que puedan hacerle, como lo hace el 99% de las parejas swinger», concluyó.
Antes de despedirse, Santos confesó: «Ahora mi señora está en la peluquería. Se está poniendo bonita para esta noche».