Dos hombres fueron arrestados en averiguación del hecho el último fin de semana, sospechados de haber agredido a sus parejas en hechos que ocurrieron en la ciudad Capital.
Ayer a la madrugada, a la 01.05, personal del Grupo de Intervención Rápida (GIR-Norte) arribó al pasaje Bucetich al 700 y arrestó a un hombre de 33 años de edad, debido a que habría agredido física y verbalmente a su pareja, una mujer de 26 años, quien fue invitada a denunciar el hecho.
Por lo sucedido, el sujeto fue trasladado y alojado en la seccional Séptima, que por jurisdicción corresponde, a disposición de la Fiscalía de Instrucción en feria.
En tanto, el último sábado al mediodía, numerarios de la comisaría Novena se hicieron presentes en la Unidad Judicial N° 9, y arrestaron a un hombre 25 años, quien fue sindicada por su expareja, una mujer de la misma edad, como el presunto autor de haberla agredido físicamente con un arma blanca y a golpes de puño, como así también de sustraerle un teléfono celular.
Por el hecho, el sujeto fue puesto a disposición de la Fiscalía de Instrucción en feria.
Espiral
La violencia funciona con una dinámica particular. “Es en círculo o un espiral porque va aumentando la intensidad y la frecuencia con el tiempo. Por eso también es muy difícil poder romper el círculo de la violencia porque está conformado por tres fases sucesivas que van empeorando o agravando la situación de violencia”, se detalló desde la Oficina de Asistencia a la Víctima del Poder Ejecutivo.
Este espiral es un círculo de la violencia. Así se explica por qué muchas veces las mujeres quieren levantar la denuncia o no pueden salir de esa relación violenta. El círculo de la violencia es un concepto que plantea que la violencia contra las mujeres aumenta de forma cíclica o en espiral ascendente, especialmente la ejercida por sus parejas. Existen tres fases en este ciclo ascendente. La fase de tensión se caracteriza por una escalada gradual de la fricción y los conflictos en la pareja. El hombre violento expresa hostilidad pero no en forma explosiva; la mujer intenta calmar, complacer o evitar las molestias a su agresor, tratando de controlar la situación.
La fase de agresión es en este momento en que se hace totalmente visible la agresión, la mujer tiene pruebas para denunciar y motivación para solicitar ayuda y terminar el abuso, sin embargo, el temor puede impedir que ésta tome las acciones pertinentes.
La fase de conciliación o luna de miel es cuando hombre violento suele mostrar arrepentimiento y pedir perdón, hace promesas de cambio y muestra afecto exacerbado. Tras el cambio aparente, la mujer puede permanecer al lado de su pareja, pasando por alto el episodio violento.
Si han denunciado suelen retirar la denuncia y justificar los hechos ante sí mismas y su círculo cercano.
Para poder romper este círculo de violencia, se requiere un tratamiento psicológico con el que se puedan trabajar todos los aspectos que tienen que ver con el sostenimiento de la relación violenta. En cuanto al abordaje, se remarcó que generalmente hace falta un enfoque para fortalecer a las víctimas.
Referencias
Si te encontrás en una situación de violencia, pedí ayuda en:
– La Unidad Judicial Especial de Violencia Familiar y de Género, ubicada en Esquiú 315, funciona las 24 horas. También en las Unidades Judiciales de Capital, Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú.
– La sede de la Fiscalía Penal, ubicada en General Roca 50, es otra posibilidad para asentar denuncias. Si vivís en el interior, podés dirigirte a las comisarías o a los Juzgados de Paz.
– En la Capital, podés acercarte a los Juzgados de Familia, en Perú 18 o al Consejo de la Mujer de la Municipalidad de la Capital, por asesoramiento y acompañamiento. Se encuentra en Obispo Esquiú 50. Los teléfonos son 3834010604 y 3834247620.