El presidente del Concejo Deliberante de Bañado de Ovanta, Ricardo Rosales, denunció presiones por parte del municipio a cargo de Mario Páez para que el cuerpo apruebe el presupuesto 2025. El edil, advirtió que el proyecto presentado por el Ejecutivo municipal presenta varias falencias que hacen imposible que el cuerpo acompañe su aprobación sin que la comuna, por lo menos, aclare algunas cuestiones.
En diálogo con El Ancasti, el edil indicó que pidió que el contador del Municipio, Juan Manzur, se presente en el Concejo para que dé algunos detalles del proyecto, pero que el intendente le envió una nota advirtiéndole que el profesional «no tiene un vínculo contractual con el Municipio» y le recomendó que lo contrate el cuerpo. Para Rosales, esto se trata de una chicana por parte del intendente teniendo en cuenta que el Concejo Deliberante no tiene autonomía financiera. “No podemos comprar ni una lapicera sin la autorización del Municipio”, señaló, advirtiendo lo llamativo de la situación de este profesional ya que tendría amplias facultades en el municipio. «Es el que tiene vínculo con los empleados», dijo el edil.
Ante el planteo de que el Municipio explique en detalle el presupuesto, Rosales afirmó que el intendente “amenazó” a los empleados contratados de que si el proyecto no se aprueba podrían perder el trabajo. En este sentido, afirmó que el jefe comunal le echó la culpa al Concejo Deliberante por si se llegaban a producir despidos. “Varios empleados vinieron a plantearnos esta situación”, dijo el presidente del cuerpo.
Por otra parte, el concejal detalló las incoherencias que presenta el proyecto, que a criterio del Concejo Deliberante, hacen complicada su aprobación.
Señaló que entre las cuestiones sin justificar se encuentra un incremento del 700% en los gastos para el año próximo con relación al 2024. En este sentido, Rosales indicó que ese sideral aumento no tiene fundamentos, “cuando mantiene la misma planta de personal”.
También afirma que el Municipio pide la autorización para comprar varios terrenos por una suma cercana a 90 millones de pesos sin la documentación necesaria acerca de esas propiedades. Concretamente, advirtió que esas propiedades serían de personas fallecidas sin el debido trámite para sanear la documentación de la propiedad. “Podría venir cualquier persona presentándose como heredero de quienes eran los dueños de los terrenos y oponerse a las ventas”, señaló.
Rosales fue electo concejal por el Movimiento Santarroseño, el mismo espacio que llevó a Páez en 2023 a la intendencia, cuando lograron derrotar a Elpidio Guaraz que estuvo 20 años en el poder. Si bien, al inicio de la gestión trabajaron juntos, se empezaron a generar diferencias internas y la presentación del polémico proyecto del presupuesto 2025, terminó de confirmar la ruptura de los dos dirigentes.
“Fuimos elegidos por el mismo espacio, pero yo prometí que iba a garantizar la transparencia en el municipio y por esa misma razón no puedo acompañar este presupuesto», afirmó el presidente del Concejo Deliberante, quien añadió que «los fondos que están involucrados no son propiedad del intendente, ni de los concejales, sino de los vecinos».
El CD de Santa Rosa se encuentra en un conflicto de poderes que aún no se resuelve y en teoría hay dos cuerpos. Uno comandado por Rosales e integrado por Gladys Gómez y Christian Oscari y el otro presidido por Federico Mercado.
Páez reconoció en el inicio de su gestión al que comanda Rosales y es por eso que le envió el presupuesto.
La postura de Rosales sería compartida por Gómez, mientras Oscari respaldaría al intendente. n