La familia de Sergio Díaz, el colectivero asesinado en Lomas del Mirador durante una discusión por el volumen de la música, manifestó su rechazo absoluto a la posibilidad de que el acusado, el expolicía Rafael Moreno, obtenga prisión domiciliaria. “Le pedimos a la Justicia que el asesino pague con prisión. No lo queremos libre, tiene que estar preso”, expresó Karina, tía de la víctima, en diálogo con TN.
El beneficio de la domiciliaria y la oposición de los fiscales
A pesar de que Moreno, de 74 años, enfrenta cargos por homicidio agravado por el uso de arma de fuego (con penas de entre 8 y 25 años), su edad podría permitirle acceder al régimen de prisión domiciliaria, bajo los términos de la Ley 24.660, que contempla monitoreo mediante una tobillera electrónica.
Sin embargo, desde la Fiscalía de Homicidios de La Matanza, liderada ahora por el fiscal Diego Rulli, adelantaron que se opondrán a este beneficio. El juez Agustín Pablo Gossn, del Juzgado de Garantías N°2, deberá decidir si Moreno permanece detenido en la comisaría o si se le concede este beneficio.
Además, el fiscal analiza la situación de Liliana, esposa del acusado, quien habría iniciado el conflicto al increpar a los vecinos por el volumen de la música. Fue en ese contexto que Moreno, armado con un revólver calibre 38, desató la tragedia.
Un crimen que conmocionó al barrio
Los hechos ocurrieron en la madrugada de Navidad, en la calle Acevedo 4151, en Lomas del Mirador. Según los testigos, tras una discusión con los vecinos, Moreno cruzó armado para exigir que bajaran la música, advirtiendo: “Vamos a terminar mal”.
En el enfrentamiento, Díaz intentó desarmarlo, pero el acusado disparó a quemarropa. Un video del incidente muestra que Moreno manipuló el arma deliberadamente, desmintiendo su versión de que el disparo fue accidental.
Tras el ataque, Díaz fue trasladado al Hospital Paroissien, donde falleció a causa de las graves heridas internas.
Preocupación en el barrio
La posibilidad de que Moreno regrese al barrio bajo prisión domiciliaria genera gran preocupación entre los familiares de Díaz y los vecinos. Temen tanto por represalias de allegados a la víctima como por nuevos enfrentamientos. Según trascendió, si se le concede la domiciliaria, el acusado podría fijar residencia en otra localidad para evitar conflictos.
Mientras tanto, la familia de Díaz insiste en su pedido de justicia: “Que pague por lo que hizo. No queremos que esto quede impune”.