«En defensa del marxismo» es una obra de León Trotsky que reúne una serie de escritos y correspondencias elaboradas durante su último exilio en México, entre 1938 y 1940. Estos textos son una respuesta a las luchas fraccionales dentro de la IV Internacional y una defensa del marxismo frente a las desviaciones teóricas y políticas de la época. Trotsky se enfrenta a diversas corrientes del movimiento de masas y la intelectualidad progresista, destacando la importancia de mantener la integridad teórica y programática del marxismo en un contexto de creciente reacción política y social.
En este periodo, el estalinismo, bajo la dirección de Stalin, había jugado un papel contrarrevolucionario en varios países, incluyendo Alemania, España y Francia, y se preparaba para apoyar a los países imperialistas en la Segunda Guerra Mundial. Trotsky critica duramente esta postura, señalando que el estalinismo había atado de pies y manos a la clase trabajadora, subordinándola a los imperialismos «democráticos» a través de los «frentes populares». Además, denuncia la persecución y asesinato de revolucionarios genuinos por parte del estalinismo.
Trotsky también aborda la cuestión de la moral en la lucha de clases, enfrentándose a la presión de la opinión pública mundial y a sectores de intelectuales y dirigentes que, bajo el clima de derrota imperante, se alejaban de sus principios revolucionarios. En sus escritos, Trotsky defiende la necesidad de mantener una moral revolucionaria que no ceda ante las presiones externas ni las derrotas temporales.
Un tema central en «En defensa del marxismo» es la polémica sobre la defensa de la Unión Soviética. Trotsky se opone a la idea de abandonar la consigna de «defensa de la URSS», argumentando que, a pesar de la degeneración burocrática del régimen soviético bajo Stalin, la URSS seguía representando un avance significativo para la humanidad. Trotsky insiste en que es deber de todo revolucionario defender la URSS contra el imperialismo, a pesar de la burocracia que la gobierna.
En el libro «En defensa del marxismo», León Trotsky también aborda la importancia de la dialéctica materialista como una herramienta fundamental para el análisis y comprensión de la realidad. Trotsky considera la dialéctica como la ciencia de las formas de pensamiento necesarias para entender los problemas profundos y contradictorios de la realidad. Según Trotsky, el entrenamiento en el pensamiento dialéctico es tan esencial para un revolucionario como los ejercicios de dedos para un pianista, sugiriendo que sin este método, es esperable que se produzcan desviaciones y claudicaciones en la política revolucionaria.
Trotsky defiende el marxismo de ataques dirigidos a sus bases teóricas y políticas, particularmente la dialéctica materialista y la defensa de la URSS. En su obra, Trotsky critica a aquellos que abandonan la dialéctica en favor del sentido común y el pensamiento vulgar, lo que lleva a cuestionar el carácter de clase de la URSS como Estado obrero, a pesar de estar gobernado por la burocracia estalinista.
Además, Trotsky utiliza ejemplos del desarrollo científico, como los trabajos de Mendeleiev y Darwin, para ilustrar cómo la dialéctica ha sido utilizada inconscientemente en sus investigaciones, aunque critica el error de trasladar mecánicamente estos métodos a la sociedad sin reconocer las leyes propias del proceso social.
Trotsky también aborda en el libro la necesidad de construir una nueva internacional que retome las tradiciones de la Internacional Comunista bajo Lenin y la experiencia de la Oposición de Izquierda Internacional. Esta nueva internacional, la IV Internacional, debía ser un instrumento para preparar una nueva oleada de ascenso de la lucha de clases y la estrategia revolucionaria.
En resumen, «En defensa del marxismo» es una obra que refleja el compromiso de Trotsky con la defensa del marxismo revolucionario frente a las desviaciones y traiciones de su tiempo. A través de sus escritos, Trotsky busca preservar la integridad teórica y programática del marxismo, preparando el camino para futuras luchas revolucionarias.