domingo, 29 diciembre, 2024

Urbanc dio gracias a Dios por sus 17 años como Obispo Titular de Catamarca

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sábado, 28 de diciembre de 2024 09:43

Durante la noche del viernes 27 de diciembre, día en que la Iglesia celebra a San Juan, apóstol y evangelista, el obispo diocesano Mons. Luis Urbanc presidió la acción de gracias por sus 17 años como Obispo Titular de Catamarca, que fue concelebrada por su hermano Francisco Urbanc, sacerdote de la Arquidiócesis de Tucumán, en la Catedral Basílica y Santuario de la Virgen del Valle.
Durante la celebración eucarística también se rogó a Dios y a la Virgen del Valle por los egresados 2024 del Centro Educativo Nº 3 María Emilia Azar y el Centro Educativo Nº 4 Amado Romis Raiden, de Valle Viejo.
En el inicio de su homilía, el pastor diocesano comentó que “en mi vida hay dos apóstoles que tallan fuerte: Santiago el Mayor, yo nací un 25 de julio, que es su día, y hoy, San Juan el Apóstol, día en que asumí como Obispo Titular de Catamarca hace 17 años, así que me siento apoyado siempre en los apóstoles, que son las columnas de la Iglesia, de nuestra fe”.

Luego de reflexionar sobre el Evangelio que relata el momento en que María Magdalena, Pedro y Juan llegan a la tumba y son testigos de la Resurrección de Jesús, el Hijo de Dios, Mons. Urbanc manifestó que “hoy me toca dar gracias a Dios por estar 17 años acompañando, sirviendo en esta Iglesia de Catamarca. Los obispos tenemos un anillo que expresa que, en mi caso, soy esposo de esta Iglesia de Catamarca, como Jesús, quien siempre dijo que Él ama a la Iglesia como el esposo. Esto es una figura, pero hagamos el traslado a cómo es el amor conyugal cuando es hermoso, el esposo ama a la esposa y viceversa, son fieles el uno al otro, se ayudan, se perdonan, así tiene que ser el amor en la fe”. 

En este sentido afirmó que “como esposo de esta Iglesia de Catamarca hace 17 años, quiero seguir entregando la vida, amando, sirviendo, anunciando el Evangelio, fortaleciendo, como lo he descripto en el escudo episcopal, la fe, la esperanza y el amor de todos ustedes. Que ustedes tengan una gran fe, viva y comprometida, una esperanza activa que los lleva a mejorar día a día, mirando siempre la meta a la que tenemos que llegar que es el Cielo y, sobre todo, que el amor de cada uno de ustedes, que ha sido infundido por Dios en el bautismo, no se enfríe, todo lo contrario, que sea como un fuego que los abraza a ustedes y a los demás. Ésa es la misión del Obispo, cuidar la fe, la esperanza y el amor de ustedes, son las virtudes teologales, son las capacidades que Dios nos dio en el bautismo, y yo debo cuidar eso”.
Al concluir la celebración eucarística, Mons. Urbanc recibió el saludo de los fieles por este feliz acontecimiento en su vida de consagrado.
Y agradeció a todas las personas que lo saludaron y ofrecieron su oración en este día en que celebró el 17º aniversario al frente de este Iglesia particular bendecida por la Virgen del Valle y el testimonio de santidad del Beato Mamerto Esquiú, ejemplo de Obispo.

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