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Cara & Cruz

Francisco Monti. El legislador catamarqueño comprometió su apoyo al proyecto libertario. 

En un contexto de ambigua relación con el macrismo, Javier Milei busca sumar aliados de otros partidos que le garanticen la gobernabilidad a partir de apoyos clave en el Congreso de la Nación. Mauricio Macri, que ha perdido votos, imagen y poder político a partir de su defección presidencial, pero también como consecuencia del meteórico ascenso de Javier Milei, cuenta aún con poder de fuego en la Cámara de Diputados de la Nación. Los votos del PRO fueron indispensables para sostener la estrategia legislativa libertaria –tanto apoyando la Ley Bases como convalidando los vetos presidenciales a las leyes de movilidad jubilatoria y de financiamiento universitario-, pero también, eventualmente, pueden jugar en contra de los intereses del oficialismo nacional. En ese contexto de tensión política es que debe inscribirse el propósito del Presidente de la Nación de explorar consensos con otros bloques, por ejemplo, el de la Unión Cívica Radical.

Ayer recibió a los radicales “con peluca”, como los diputados Mariano Campero, Luis Picat y Martín Arjol, expulsados del partido pero aún pertenecientes al bloque, y a algunos que ya se la están probando. La delegación estuvo encabezada por Rodrigo de Loredo e incluyó al catamarqueño Francisco Monti, que responde sin ambages a las directivas del cordobés. Pero Monti tiene, a su vez, intereses propios en ese alineamiento con el Gobierno nacional: el año que viene termina su mandato como diputado nacional y sus chances de reelección, o de eventualmente ocupar otro cargo institucional de importancia, son escasas en un radicalismo catamarqueño debilitado, atomizado y sin estrategia electoral visible por el momento.

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Una eventual alianza con La Libertad Avanza no es garantía de nada por el momento, considerando que son las primeras aproximaciones y que cada jurisdicción tiene su propia lógica política, pero le abre puertas que hoy, luego de la catástrofe electoral del radicalismo catamarqueño de 2023, cuando Monti fue candidato a intendente de San Fernando del Valle de Catamarca y salió tercero, están cerradas.

Una vez finalizada la reunión, los radicales no tuvieron prurito en refrendar con declaraciones o publicaciones en redes sociales sus coincidencias políticas e ideológicas con el gobierno de Javier Milei. En la mayoría de estas proclamas no hubo alusión a diferencia alguna, y sí en cambio a los objetivos comunes. Monti fue uno de ellos. A través de una publicación en la red X señaló: “Conversamos sobre el exitoso RUMBO ECONÓMICO (las mayúsculas son del original) luego de un año de decisiones difíciles pero necesarias. Vamos a seguir en línea con defender e impulsar las REFORMAS estructurales que Argentina necesita para derrotar el populismo para siempre, las mismas reformas a las que nos comprometimos junto a Pato Bullrich en 2023. No hay espacio en nuestra patria para mezquindades partidocráticas, quienes estamos en la vereda del cambio profundo debemos estar juntos”.

No es, por cierto, el único radical catamarqueño que aspira a calzarse la peluca, pero su condición de diputado nacional le permite participar de espacios de negociación que resultan inaccesibles para otros que se han mostrado incluso más enfáticos defensores de tácticas de acercamiento a La Libertad Avanza, como por ejemplo el diputado provincial Tiago Puente. El senador nacional Flavio Fama también ha declarado la conveniencia de un frente provincial que incluya tanto al radicalismo como a los libertarios, pero no participa, como Monti, de negociaciones en los despachos del poder nacional. Tal vez porque Milei no ha necesitado, por ahora, invitar a senadores opositores a reuniones en la Rosada.

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