¿Quién no ha elegido el silencio de sus espacios para estudiar de manera solitaria o con el grupo de estudio? O ¿Quién no se ha entregado al placer de la lectura de uno de sus miles de libros?
Desde el 20 de noviembre la Biblioteca Provincial Dr. Julio Herrera volvió a recibir a la comunidad tras cuatro años cerrada por refacciones. El acto oficial de reapertura se llevó a cabo un día antes y estuvieron el gobernador Raúl Jalil, el intendente Gustavo Saadi, la ministra de Cultura, Turismo y Deporte, Daiana Roldán y otras autoridades.
Los trabajos consistieron en la restauración integral del edificio. “La puesta en valor incluyó una nueva y moderna sala de lectura, cuidadosamente iluminada y diseñada para ser un espacio de estudio apacible. De esa sala se recuperó la bóveda de cañón, catalogada como una auténtica joya arquitectónica. Asimismo, las galerías que rodean la sala de lectura fueron restauradas, conservando los materiales originales y añadiendo un ambiente agradable para la lectura al aire libre”, señalaron desde prensa de Cultura.
Revista Express fue hasta la biblioteca y se entrevistó con la Secretaria de Gestión Cultural, Laura Maubecín, quien comentó que desde el 2020 habían cerrado por la pandemia y que decidieron proyectar la obra de restauración.
“Estamos muy contentos, es una obra muy anhelada. En el 2020 cerramos en pandemia y, en ese contexto, nos dimos cuenta de que no podíamos regresar al edificio por lo que comenzamos con un proyecto para la restauración y la puesta en valor”, explicó.
Y el objetivo trazado fue obtenido. Lograron recuperar todo el edificio histórico en donde supieron funcionar el Registro Civil y también oficinas del Ministerio de Educación.
Maubecín destacó la labor llevada adelante por los equipos de la Dirección de Patrimonio y de la Dirección de Bibliotecas y el trabajo interministerial realizado junto a Infraestructura y Obras Civiles. “Con todos ellos hicimos este proyecto tratando de respetar el edificio original que estaba muy intervenido”.
La obra data del 1872 y fue realizada por el arquitecto italiano Luis Caravati. En un principio había sido construido para la Escuela Graduada de Varones. La biblioteca fue inaugurada el 25 de mayo de 1895.
Una de las joyas arquitectónicas del espacio es la bóveda de cañón corrido ubicada en el salón de lectura. “Es un espacio muy iluminado, muy representativo, muy acogedor y tranquilo”, dijo Maubecín.
Las galerías fueron restauradas con materiales originales y es uno de los espacios más atractivos para una lectura placentera al aire libre.
Otra de las novedades es un salón auditorio con capacidad para setenta personas y que podrá albergar charlas, presentaciones de libros y diversas actividades. También contiene un espacio dedicado a la venta de libros de autores catamarqueños.
“Es un sueño”
La escritora y docente Celia Sarquís está a cargo de la Dirección de Bibliotecas y Archivo. Ella conoce como pocos la vida de la biblioteca Julio Herrera y su rol en la comunidad.
“Es un sueño largo todo el proceso”, definió a RE. Las refacciones se extendieron más de lo previsto, pero tuvo el plus de poder madurar la funcionabilidad que tendrían los diferentes espacios, a medida que se iban restaurando.
“En el proceso de recuperación hubo una serie de sectores que fueron para mí como una sorpresa a medida que se iba limpiando. Como saber que había galerías atrás o el techo de la bóveda. Fue algo majestuoso que estaba oculto”, mencionó.
Celia utilizó la palabra sueño para definir a la reapertura de la biblioteca. Un sueño que afortunadamente ya es realidad. Ella presentó un proyecto para que la biblioteca funcionara en todo el edificio en el 2002.
“Es un proyecto muy, muy fuerte para mí. Me pasó, incluso ya habiendo abierto, que un sábado a la tarde estaba en mi casa y de golpe dije “¿Es cierto, en realidad ocurrió? y era como una desesperación de abrir, y ver si no había sido un sueño o algo. Cuando tomé conciencia, me emocioné terriblemente porque es como llegar a la cima luego de escalar una montaña”.
Con la biblioteca ya funcionando a pleno, Sarquís le comentó a RE que el desafío es “posicionar a la biblioteca como institución dentro de la sociedad porque no tiene ningún sentido que tengamos un edificio hermoso, que tengamos los libros ordenados y clasificados si no tenemos lo que es el tercer pilar, que es la apropiación por parte de la comunidad de este espacio”.
Una de las iniciativas para poder fortalecer el vínculo con la comunidad es la posibilidad de asociarse a la biblioteca, una idea que ya se había ejecutado, pero con la reapertura se está reempadronando a los interesados. Los interesados deben presentar el DNI, número telefónico, la dirección en redes sociales y la donación de un libro. Una vez asociado, ya pueden acceder al catálogo y retirar libros. Además, los usuarios pueden buscar los libros en forma online, en el siguiente sitio web: https://biblioteca.catamarca.gob.ar/.
Celia comentó que se destaca la colección de artistas catamarqueños y de otras provincias vecinas. “Tenemos la obra de Manuel Soria, todo lo que es historia de Catamarca del padre Ramón Rosa Olmos, libros sobre arqueología”. Además, expresó que hay obras de autores de Salta, Jujuy, La Rioja y de Tucumán.
Planes a futuro
El proyecto es ambicioso y luego de que se finalizó la primera parte, existe una segunda parte que todavía está en la etapa de producción. Celia adelantó que se proyectó un espacio infantil (“es una deuda que tenemos con la comunidad”), una hemeroteca y otros espacios que esperan poder poner en funcionamiento.
Sarquís está en el último año de sus funciones y pese a la nostalgia por el adiós que se avecina, siente que su tarea está finalizada. “Tengo que ver hasta dónde acompaño a la biblioteca y me iré totalmente satisfecha porque gran parte del sueño se cumplió”.
Anhelos. Sueños. Emoción. Fueron algunas de las palabras que más se escucharon luego de la reapertura, ese 20 de noviembre. La reinauguración de la Biblioteca Julio Herrera ofrece la posibilidad de que todos tengan acceso al acervo cultural de la provincia y además, significa la recuperación de un espacio confortable para el estudio y la investigación.
Texto: Pablo Vera
Fotos: Ariel Pacheco