En un clima de tensión, la UCR local realizó sus dos últimas convenciones del año. En este contexto, quedó ratificada la división que existe en el partido de dos sectores antagónicos. Uno integrado por las líneas Celeste, Renovador, MIRA y MORADA, que respaldan al presidente Alfredo Marchioli y conforman la orgánica partidaria, y otro sector opositor integrado por los espacios que encabezan el senador nacional Flavio Fama (Raúl Alfonsín), el diputado nacional Francisco Monti (FAPRA), los diputados provinciales Tiago Puente (Generar) y Natalia Herrera (Radicales en Acción).
La división entre estos sectores se vio plasmada a lo largo de la extensa y calurosa jornada que se concretó en el Comité Provincial y que estuvo plagada de escaramuzas.
La primera convención fue la ordinaria y tuvo como fin la aprobación de los informes de gestión de las autoridades partidarias y de los legisladores y el análisis de los pedidos de sanciones a miembros del partido. La segunda fue para aprobar la reforma de la Carta Orgánica (CO).
Fue en el análisis de las sanciones, donde se dio el primer gran enfrentamiento entre la dirigencia. Es que ingresó a consideración de la Convención un pedido de la concejala de Los Altos, María Lobo Vergara, para que se revea la suspensión por cinco meses que le impuso el Tribunal de disciplina por supuestamente haber hecho campaña para un sector libertario por considerarla arbitraria. Sin embargo, el convencional Renato Gigantino pidió pasar esa definición para la próxima convención con el argumento de que los miembros del plenario no estaban al tanto del proceso contra la concejala.
Una fuerte discusión se generó entre los presentes aunque la moción de Gigantino resultó ganadora con el respaldo de la orgánica. El otro sector pedía eliminar la sanción contra la edila.
Denuncia y contradenuncia
Otro momento caldeado se generó cuando dirigentes pidieron que se sancione a los diputados Carlos Marsilli y Cristina Gómez por haber votado a favor del presupuesto 2025.
Marsilli, que estaba en el Comité, sorprendió a todos presentando un pedido de sanciones para Marchioli por el famoso «Pacto de San Antonio», esa reunión que se concretó a finales del año pasado en la casa del presidente del partido con autoridades provinciales y que derivó en un escándalo en la UCR.
El diputado también denunció a Marchioli por participar de una «reunión secreta» en Casa de Gobierno con el ministro de Gobierno de ese momento, Juan Cruz Miranda, y lo acusó de propiciar con sus actitudes «el quiebre del bloque de diputados de la UCR». Con la postura de evitar que el plenario termine de la peor forma, los convencionales remitieron todas las presentaciones al Tribunal de Disciplina.
La Convención siguió con la reforma de la CO, que también estuvo plagada de entredichos. El correr de las horas y el agobiante calor provocaron que muchos convencionales del interior fueran abandonando el Comité. Luego se siguió con la definición de la fecha de las elecciones internas. Finalmente, cuando se terminó el orden del día, era tanto el cansancio y el hartazgo de los presentes que el debate previsto para el cierre, que prometía ser explosivo, se terminó suspendiendo.
Junta electoral y elecciones internas
Al cierre de la jornada, la Convención conformó la Junta Electoral que estará a cargo de llevar adelante el proceso electoral interno del año que viene para elegir las nuevas autoridades. Esta mesa está conformada por representantes de los sectores internos oficialmente constituidos.
Por otra parte, se definió que las elecciones internas serán el 16 de marzo del año próximo.
Vinculado a esta elección, se incluyó una cláusula transitoria en la Carta Orgánica, que establece que la próxima conducción partidaria estará vigente hasta el 15 de julio de 2026.