El presidente Javier Milei envió un fuerte mensaje luego del desplazamiento de Florencia Misrahi como titular de la ex AFIP (actual ARCA).
A través de su cuenta en X, el mandatario compartió un mensaje contundente: «Lección 1: todos los funcionarios deben estar alineados con los objetivos del Gobierno».
Según trascendió, el destino de Misrahi estaba decidido desde hace dos meses. Su negativa a firmar los nombramientos de Andrés Vázquez como titular de la Dirección General Impositiva (DGI) y de José Velis en la Aduana fue el detonante. Ambos cargos fueron finalmente aprobados mediante decretos oficiales, dejando clara la dirección que busca imponer el Gobierno.
Formalmente, el desplazamiento de Misrahi también estuvo vinculado a la resolución 5607/24, que sumó servicios digitales al Clasificador de Actividades Económicas (CLAE), gravando actividades como transmisiones en vivo por streaming, gestión de criptoactivos y publicidad audiovisual. Esta medida generó incomodidad en sectores del Gobierno, especialmente por haberse implementado sin consenso interno.
Desde la Oficina del Presidente se explicó que la remoción respondió a diferencias sobre el rumbo de la gestión. Además, se cuestionó que «la decisión de modificar el régimen tributario de streamers e influencers digitales fue tomada de manera inconsulta» y adelantaron que «será revertida de manera inmediata tras su salida».
Recambio
Javier Milei no sólo ha sido disruptivo en lo discursivo sino que también aplicó su mentada motosierra al alto funcionariado: su otrora poderoso jefe de gabinete, Nicolás Posse, no logró superar los 6 meses de gestión, por caso. Casualmente la salida de su excompañero en Corporación América decantó en más salidas y un reacomodamiento del gabinete y desde ese momento ganó en marcada influencia en la gestión el asesor Santiago Caputo, que integra el «triángulo de hierro» bajo una contratación precaria.
La gestión libertaria se ha caracterizado por una incesante renovación de funcionarios: incluso durante el mes de diciembre en el que asumió Milei renunció la entonces secretaria de Comunicación, Belén Stettler. Supo acompañar al asesor todoterreno en la consultoría política y desde septiembre se volvió a mostrar en el área de comunicación de Casa Rosada, por ahora, sin ningún cargo formal. El último fin de semana se produjo otra sorpresiva salida: la de la titular del ARCA, Florencia Misrahi, que venía siendo cuestionada por la mesa chica del Presidente desde antes que cambiara la denominación del organismo recaudador.
De acuerdo al relevamiento del consultor Pablo Salinas, que actualiza en su cuenta en la red social X, hasta el momento se fueron del Ejecutivo un total de 94 funcionarios relevantes. El último caso se registró el lunes 2 de diciembre cuando la secretaría de Energía aceptó la renuncia del titular del ENRE, Darío Oscar Arrué.
Según un relevamiento del «Observatorio de las Elites» del Citra- Conicet, la actual administración ha tenido «el mayor índice de renuncias en un año de toda la democracia».
Pero quizá el dato más elocuente de la inestabilidad en el gabinete es que en un año de gestión se fueron 3 ministros y un jefe de gabinete. El primero en irse fue el titular de Infraestructura, Guillermo Ferraro, que sorpresivamente falleció el miércoles 4 de diciembre. Pero el año pasado había sido el encargado de la fiscalización de la LLA en las generales y el balotaje y conocía al libertario desde sus tiempos en la consultora KPMG.