lunes, 23 diciembre, 2024

Un jurado popular declaró culpables a Enzo Morales y a Cintia Soledad Bazán

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Minutos antes de las 17, el jurado ya tenía un veredicto. Por unanimidad, hallaron culpable a Cintia Soledad Bazán en el delito de “homicidio agravado por mediar una relación de pareja”. En tanto que Enzo Morales fue declarado culpable por “homicidio simple”. Con este resultado, para Bazán solo cabe la pena única de prisión perpetua, pero para Morales el panorama es alentador; el delito de “homicidio simple” prevé una escala penal que oscila entre los ocho y los 25 años. Morales está privado de la libertad desde enero de 2021.

Ambos respondieron por el crimen de Hugo Ariel Ocampo, acontecido en enero de 2021 en Antapoca, Valle Viejo. La fiscal de Instrucción Yésica Miranda imputó a ambos por el delito de “homicidio agravado por alevosía” pero a Bazán le agregó otro agravante: “por mediar una relación de pareja”. Para el jurado no hubo “alevosía”. Por ello, Morales fue declarado culpable por un delito menor -“homicidio simple”- pero a Bazán le quedaba el segundo agravante.

Este juicio por jurados había comenzado el martes. Ayer, las partes expusieron sus teorías del caso y alegaron. El Ministerio Público Fiscal estuvo representado por la fiscal del caso, Yésica Miranda, y el fiscal de Cámara, Augusto Barros, quien habló ante el jurado. “El Ministerio Público Fiscal tiene la obligación de destruir el principio de inocencia con pruebas. Esto se construye a partir de muchos indicios, como las piezas de un rompecabezas que encajan”, consideró.

Para la Fiscalía, los acusados intentaron “alcanzar el crimen perfecto. Fueron los homicidas”. Remarcó que Ocampo mantuvo una relación tóxica con Bazán. “No podía salir de esa relación”, advirtió. Bazán estaba en pareja con Morales y Ocampo también tenía familia.

Según el fiscal Barros, “la investigación se consolidó con pruebas”. Detalló que Morales tenía celos. El plan era que Bazán se reuniera con Ocampo y el motivo de éste eran los celos extremos de Morales. “Cuando hay un conflicto, se resuelve eliminándolo”, consideró. También señaló que Bazán era sumisa y que Morales la manipulaba. “Eso no significa que no comprendiera”, aclaró.

Además, sostuvo que los acusados conocían el lugar del hecho, una construcción en ruinas en Antapoca, Valle Viejo. “Lo traicionaron en su estado de indefensión. Actuaron sobre seguro. Existió un plan. El lugar era frecuentado por Bazán y Ocampo. La prueba pone a Morales, a Bazán y a Ocampo en el lugar del hecho”, precisó.

Por ello, el fiscal de Cámara mantuvo la acusación. “Trazaron un plan para matar por celos. La única forma de liberarse era eliminando el conflicto. Bazán también era pareja de Ocampo”, enfatizó.

A su turno declaró el abogado Víctor García, abogado de la querella. Acompañó al Ministerio Público Fiscal y consideró que “hubo un acuerdo para matar a Ocampo. Encontró la muerte en manos de dos personas que no dudaron en utilizar cualquier medio. Existió alevosía. Pedimos paz para la familia. La familia pide justicia y la justicia está en sus manos”, remarcó.

Defensas

El abogado Fernando Alfaro Asmat asistió a Bazán en la defensa. Este defensor, a su criterio, los medios generaron prejuicios contra su defendida. Para esta defensa no había pruebas que sostuvieran la relación de pareja. Consideró que solo hubo indicios pero no pruebas. “No se mostraron mensajes entre ambos. Nunca se los vio juntos”, destacó.

También señaló que la víctima conocía la zona del hecho por su trabajo. Él salió a trabajar, a supervisar los pozos de agua en Antapoca. “Este lugar era utilizado por muchas personas para tener relaciones sexuales. No se encontró ADN de Bazán. Ella era víctima de violencia de género por parte de Morales”, señaló.

Por su parte, el defensor Penal Oficial de Sexta Nominación Estanislao Reinoso Gandini, quien asistió a Morales, advirtió que “cada palabra debe estar acompañada por evidencias. En este caso, hay palabras pero no hay evidencias”.

Para este defensor no se pudo comprobar el día, lugar ni cómo fue ultimado Ocampo. El punto de partida fue el 18 de enero, cuando desapareció; se tenía que probar que fue ese día, destacó. También señaló que las antenas de telefonía móvil marcan conexiones de celulares pero no a personas. A la vez, aseguró que un testigo fue “apretado con su hijo”. Por ello, advirtió que hubo “fabricación de testimonios”.

En relación con la autopsia, recordó que en enero de 2021 se indicó que hubo ahorcamiento y que dio pelea. Sin embargo, en debate, el médico forense que intervino en la autopsia declaró que “se aventuró”. “La muerte de Ocampo no está clara ni para los investigadores. El investigador busca llenar agujeros. Se cae la teoría. La Justicia exige verdad, no sospechas. La pena de prisión perpetua es igual a morir en la cárcel. No alcanza para derribar el principio de inocencia. No hay certezas; solo hay dudas”, sostuvo.

Finalizados los alegatos, el juez director Jorge Palacios dio al jurado las indicaciones finales. Había cuatro posibilidades: la acusación inicial, “homicidio simple”, “homicidio en estado de emoción violenta” o no culpables. El pueblo emitió su veredicto: Bazán, culpable en el delito de “homicidio agravado por mediar una relación de pareja” –con pena de prisión perpetua- y Morales, culpable en el delito de “homicidio simple”, con pena de ocho a 25 años.

«Se tenía que hacer justicia; teníamos fe»

Familiares de Hugo Ariel Ocampo, al inicio de la jornada, mientras esperaban la instancia de alegatos, rezaron en la vereda de la OGA. Tenían fe en su pedido de justicia. Cuando en la sala de la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) del Poder Judicial se escuchó a quien presidió el jurado la palabra “culpables”, también se oyó un clamor, marcado por una suerte de alivio tras una plegaria escuchada, con un tinte de dolor, por el motivo que llevó hasta esa situación. Su plegaria fue escuchada y tuvieron una respuesta.

Una vez conocido el veredicto, entre lágrimas expresaron «se hizo justicia, se tenía que hacer justicia, teníamos fe, muchos meses de ir y venir para que se haga justicia, gracias, gracias».

Si bien Morales fue condenado por un delito menor, Carlos, hermano de la víctima comentó: «Te soy sincero en este momento con tanto miedo, con tanto temor, no veía las horas de que se hiciera justicia, después veremos eso, en este momento quiero justicia».

Finalizada la audiencia de alegatos y veredicto, Morales y Bazán fueron trasladados nuevamente al Servicio Penitenciario Provincial, en Capayán, y a la Unidad Penitenciaria Nº 2 –popularmente conocida como Correccional de Mujeres-, respectivamente.

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