miércoles, 25 diciembre, 2024

Un drama humano detrás de las planillas

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Una porción considerable del superávit fiscal logrado por el Gobierno nacional en el último año se debe al recorte practicado a los haberes jubilatorios. Nadín Argañaraz, titular del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), señala en un informe que el resultado fiscal positivo que el Gobierno celebra “se explica por una caída del gasto del orden del 23 por ciento en términos reales. Esa baja se explica, en un 24 por ciento, por la situación de las jubilaciones y pensiones”.

Los haberes jubilatorios sufrieron una licuación en los primeros meses de la gestión de Javier Milei, y a partir de marzo una actualización siguiendo el ritmo de la inflación, pero sin recuperar lo perdido. Y con el bono congelado en los 70.000 pesos desde entonces, la caída del poder adquisitivo de jubilaciones y pensiones continúa, aunque a un ritmo más moderado.

La política salarial ha sido solo uno de los factores que han horadado la situación precaria que viven millones de jubilados; también deben anotarse la eliminación de los créditos que otorgaba la ANSES a tasa subsidiada; el formidable aumento del precio de los medicamentos por encima del ritmo inflacionario general; la finalización de la moratoria, prevista para marzo del año que viene; y ahora la decisión de suprimir los medicamentos con 100% de descuento a casi un millón ochocientos mil jubilados y pensionados.

Debe incluirse, además, el veto por parte del presidente Javier Milei a la ley aprobada por el Congreso que aumentaba las jubilaciones hasta recuperar los niveles de diciembre, incorporaba una cláusula gatillo que se activaba una vez al año para mejorar el poder adquisitivo y ordenaba incorporar el bono al haber para evitar que se vaya licuando mes a mes.

Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad en la Ciudad de Buenos Aires y presidente de la Sociedad Iberoamericana de Gerontología y Geriatría (SIGG), cuantificó el impacto en 2024 del aumento de los medicamentos. Señaló que en lo que va del año se incrementaron cerca del 200 por ciento, mientras que la inflación general acumula el 115%.

Respecto del achicamiento del universo de jubilados con subsidios en la compra de medicamentos, provocará sin dudas que muchos no puedan hacer frente a la adquisición, por lo que deberán elegir cuál medicamento comprar y cuál no, o si comprar medicamento o comer, teniendo en cuenta que el monto jubilatorio sobre el que ya no rigen los descuentos del 100% es de 390.000 pesos, cuando la canasta básica de los jubilados para no ser pobres es 912.500 pesos.

Para colmo, según los expertos, el ahorro no será tal. José Manuel Viudes, médico gerontólogo del Hospital Italiano, aseguró que la decisión del PAMI derivará en más “internaciones” de adultos mayores. “Van a elegir lo más barato, sin ser lo más eficaz y, obviamente, van ahorrar dinero pero van a gastar más en salud a largo plazo y vamos a gastar más como Estado en internaciones”.

Desde la frialdad de las planillas que marcan los números del superávit, no se advierte el drama humano que viven millones de personas que transitan el último tramo de su vida.

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